
Tras la vieja alquimia, se derrite mi cuerpo, se hace espeso lleno de deseo, se va entre sueños, recorriendo el desierto mar de nuestros labios, surgidos de meses, de encuentros planeados, de torrentes encontrados, de la maraña de nuestros abrazos. Tras la vieja alquimia, podo las letras de mis dedos, te llevo de blanco cubierta de besos, meso con mi lengua la eterna humedad de tu entrepierna, siembro caricias, cosecho orgasmos, siempre persiguiendo la vieja alquimia en tu pecho acogida. Juego en tu regazo, salpico tu vientre y destilo la magia veneno del amor entre tus brazos, sigo despacio, de frente, la incertidumbre de nuestros cuerpos encontrados, batallados, solos, desolados del deseo que surge en nuestras manos.Tras la vieja alquimia de más de dos años ó 34 meses, de más setecientos crepúsculos, te pido, que me lleves contigo, que me desnudes en tu cama, que me hagas tuyo, que me chupes, que me abraces, que recorras mi cuerpo mientras cuentasy recuerdas cada beso, el deseo apagado que hace días afloró de nuevo en tu cuerpo, que me tomes, que me hagas lo que quieras, pero que no dejes de tocarme, que me prestes tu vulva, tus labios recogidos en tu vientre, que se hinchen tus pezones sólo al verme, que me toques, que te vengas montada, liberada, que te animes y no me sueltes, que nunca me dejes, que en silencio te llames mi amante y a gritos mi esposa... que hagas de mi lo que quieras pero no dejes de tocarme, mientras vives, mientras recuerdas que cada cama es nuestro campo de batalla, donde no hay quien venza ni el deseo ni las ganas. Tras la vieja alquimia te pido, de rodillas,que me tomes y me llenes de caricias, que cuentes cada una por nuestros 34 meses,y más, muchas más por nuestros más de setecientos días...