Hoy reflexioné sobre el destino:
e imagine un hueco,
unos brazos vacíos,
un beso aletargado,
el final de la jornada,
el abismo que me precipita hacia la nada,
dos enamorados sin horizonte,
letras desgajadas, caídas, azotadas por la soledad y el olvido,
de la luna una tajada [No hay que apendejarse, no es de concreto es de queso, ¡me cae de madres que es de queso!],
el pago del peaje al arcano de la muerte,
la rueda de la vida igual a la rueda de la fortuna,
el piélago vacío sin caricias, sin olores, sin texturas,
mares de fuego, montañas derrumbadas y las ruinas de nuestro mundo chillando, como niño a horcajadas...
Hoy reflexione sobre el destino y me di cuenta que no está en mis manos ni en mi mente ni en mi cuerpo, que el hombre sólo le llama destino a aquello que quiere y se pierde en el infinito.
e imagine un hueco,
unos brazos vacíos,
un beso aletargado,
el final de la jornada,
el abismo que me precipita hacia la nada,
dos enamorados sin horizonte,
letras desgajadas, caídas, azotadas por la soledad y el olvido,
de la luna una tajada [No hay que apendejarse, no es de concreto es de queso, ¡me cae de madres que es de queso!],
el pago del peaje al arcano de la muerte,
la rueda de la vida igual a la rueda de la fortuna,
el piélago vacío sin caricias, sin olores, sin texturas,
mares de fuego, montañas derrumbadas y las ruinas de nuestro mundo chillando, como niño a horcajadas...
Hoy reflexione sobre el destino y me di cuenta que no está en mis manos ni en mi mente ni en mi cuerpo, que el hombre sólo le llama destino a aquello que quiere y se pierde en el infinito.