Te pienso entre las luces que hacen una vida maravillosa,
entre la osadía de vivir en en este mundo día a día.
entre la osadía de vivir en en este mundo día a día.
Te pienso y no dejo de pensarte,
de acariciarte entre las letras,
que escritas sobre tu piel forman tu nombre...
Te pienso y te imagino,
nunca más mujer, sino mi mujer de crisoles,
de cristales multicolores,
de húmedos besos,
de tactos prolongados.
Te pienso y me saboreo la vida,
tan dulce lo que ha pasado,
como delicioso lo que nos tiene el futuro preparado.
Y no hablo por hablar,
lo hago porque existo mientras hablo,
y conjugando verbos me cuelgo de tus brazos:
te amo y te deseo.
Te voy aprendiendo los laberintos de la mente,
los silencios y los hiatos:
esos momentos de soledad,
esos instantes en familia,
los segundos de crecer juntos,
abrazados al hambre de vivencias de una linda niña.
Te pienso, te imagino y te veo
con todo lo que hay en un día,
y más si ese día tiene la posibilidad de durar toda una vida.
de acariciarte entre las letras,
que escritas sobre tu piel forman tu nombre...
Te pienso y te imagino,
nunca más mujer, sino mi mujer de crisoles,
de cristales multicolores,
de húmedos besos,
de tactos prolongados.
Te pienso y me saboreo la vida,
tan dulce lo que ha pasado,
como delicioso lo que nos tiene el futuro preparado.
Y no hablo por hablar,
lo hago porque existo mientras hablo,
y conjugando verbos me cuelgo de tus brazos:
te amo y te deseo.
Te voy aprendiendo los laberintos de la mente,
los silencios y los hiatos:
esos momentos de soledad,
esos instantes en familia,
los segundos de crecer juntos,
abrazados al hambre de vivencias de una linda niña.
Te pienso, te imagino y te veo
con todo lo que hay en un día,
y más si ese día tiene la posibilidad de durar toda una vida.