Qué difícil es no pronunciar tu nombre
escrito con besos sobre la misma noche.
Qué difícil guardarse la textura de tu cuerpo en mi imaginación.
Qué difícil es callarse las medias tintas,
y gritar el deseo a cuarto de voz...
¡Harto complicado sellar medianías,
cuando se quiere mellar el secreto
guardado en tu cadera con avidez!
Qué difícil se vuelve todo cuando se quiere vivir...
Y demasiado fácil sucumbir al deseo envuelto en tu madurez.
¿Quién como tu pasado que te envuelve de noches de satín blanco?
¿Quién como tus recuerdos que se agolpan cual estampida salvaje, bajo tu almohada, de tanto en tanto?
¿Quién como tu futuro que incierto se va despejando?
¿Quién como el que navega entre tus brazos, picado océano de años?
¿Quién como quién?
Y quién soy yo...
envuelto en el sueño que alguna vez provoqué y deje escrito sobre tu piel...