Guardo tu silencio bajo la almohada, siempre los he coleccionado por si acaso puedo abatir mi mente en el deseo de tus brazos,¡Sí, los tuyos! ¡No voltees! ¡Ni te sonrojes! ¡Sí, es a ti! ¿Cómo explicarte lo que la ausencia de sonido es para mi?
Cuando chico, sí, pues, pibe, niño, moco, guardaba silencio cuando orinaba mis pantalones, no encontraba como esconder el tremendo rio de miados que mis riñones expulsaban, Sí, lo sé, te preguntarás por qué no iba al wc, es que era muy tímido y penoso: me asustaba miar en algún baño que no fuera el de mi casa. Y mi madre, ¡pobre! Al verme quieto y sin hacer ruido, me echaba ojos inquisidores "llenos de ternura", se acercaba y muy quedo me decía: el silencio es la alarma de tus gracias.
Desde entonces decidí vivir lleno de ruido, me inventaba cientos de máquinas que golpeaban la tierra para sacarle la verdad sobre su creación, veía almas inmoladas en forma de aeroplanos y hacían ¡rrrrrrr! mientras volaban por el firmamento. Sí, así es, tienes razón: decidí guardar los silencios bajo la almohada, para que en las noches, aún con la tele prendida, no me despertaran y por ende no miara la cama.
Crecí con música en la mente, nunca con tiempos perdidos, cualquiera sabe que son silencios, al igual que los tiempos robados al compás siguiente. Mientras todos dormían yo gritaba: -¡Qué muera el silencio! -todos me odiaban- ¡No te preocupes si hay que guardar silencio, yo me lo llevo y lo escondo bajo mi almohada! Todos sabían que estaba loco, pero la verdad, acá entre nos, no lo estaba, sólo me hacía pendejo y los engañaba, yo sólo quería guardar todos los silencios para evitar mis gracias.
Y he de contarte de ellas, las gracias que hacía, porque no todo era miarme en el pantalón o en la cama, o ver cosas que los demás no veían, ¡no! De vez en cuando paraba el tiempo y hacía travesuras, besaba a escondidas, sí, todos se quedaban quietecitos mientras yo me movía, ¡gran desmadre se armaba cuando le ponía falda a mis amigos! ¡Jajajaja! ¿Sabes que también podía juntar letras? Sí, cuando la gente habla, no dice letras o se equivoca y todas esas caen en el asfalto, y las puedes recoger para hacer poemas o cuentos. Precisamente ayer me acorde de uno que hacía de niño:
Mi_ntras vu_lo y cruzo _l firmam_nto, vi_n_ un gato y m_ chupa los d_dos [perdón, no encontré la e].
Y todo iba muy bien hasta ayer que reflexioné, he guardado muchos silencios, tengo silencios solemnes, tristes, de enojo, ignorantes o letrados; por aquello de que el sabio calla, tengo enmudecimientos, hasta he guardado los tiempos perdidos de mis canciones favoritas, pero jamás he guardado unos muy especiales, son únicos, lo escuché ayer por la tele, ¡maldito poeta! Me jodió, el muy hijo de... me chin... El estúpido dijo muy tierno: "el silencio es la muerte de nuestros besos" -se sonrió- "cuando amas de verdad, el silencio es el momento entre la muerte de los besos y el nacimiento del deseo". ¡Su puta madre! Yo jamás he guardado alguno de esos y me he engañado toda la vida, si es que es cierto que mi vida comenzó hace tres años cuando te conocí, ¡Sí, por eso muero de ganas y de deseo! Y tú que no te apareces ni amas ni me extrañas, y yo que no tengo de esos silencios, que hoy precisamente me saben a algo a pesar de ser nada...
Y todo iba muy bien hasta ayer que reflexioné, he guardado muchos silencios, tengo silencios solemnes, tristes, de enojo, ignorantes o letrados; por aquello de que el sabio calla, tengo enmudecimientos, hasta he guardado los tiempos perdidos de mis canciones favoritas, pero jamás he guardado unos muy especiales, son únicos, lo escuché ayer por la tele, ¡maldito poeta! Me jodió, el muy hijo de... me chin... El estúpido dijo muy tierno: "el silencio es la muerte de nuestros besos" -se sonrió- "cuando amas de verdad, el silencio es el momento entre la muerte de los besos y el nacimiento del deseo". ¡Su puta madre! Yo jamás he guardado alguno de esos y me he engañado toda la vida, si es que es cierto que mi vida comenzó hace tres años cuando te conocí, ¡Sí, por eso muero de ganas y de deseo! Y tú que no te apareces ni amas ni me extrañas, y yo que no tengo de esos silencios, que hoy precisamente me saben a algo a pesar de ser nada...
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