Aprisionarse -seguir vivo-
Puede ser que el destierro sea sólo el espejismo que hay tras la vida... ¿te has preguntado por mi? ¿Me sigues inventando? No ves que yo no soy de este mundo -tal vez por eso disfruto mi soledad-, y me duele consentir en sus placeres: los amaneceres ensordecedores, el silencio noctámbulo, la humedad que lubrica incansable la salvedad de la entrepierna femenina, el alcohol inteligente -que regala unos instantes de genialidad-. La vida, la misma que nos empuja y nos lleva a la deriva... sin velas, sin fragatas sólo con libros y hojas en blanco... solos siempre tan solos -por destino o deseo o por accidente-, con las velas encendidas y los quinqués iluminando el firmamento -mientras espero la procesión de mi muerte-.
Ni tan oscura ni tan furtiva -si en tus labios se mecen mis palabras, la sensación aespacial de nuestros cuerpos fugaces entretenidos simulando corchetes o guiones de mis escritos-, ni tan precaria ni tan soluble: la muerte enredada en tu lengua bien merece una taza de café y un cigarro -ya no importa si muero de cáncer o de un paro al corazón-. Ya nada importa si retomas la pluma -aferrada a tus manos- y despliegas oraciones nacidas de tu pecho... Ya nada importa y por eso te detesto -cuando haces mi historia y me engañas al transcribirla en tu novela de pasteles y carboncillo-, por eso te busco como tus manos buscan la fragilidad del agua, la caricia añorada. -Aferrado-, sólo es el término del fuelle de oxígeno en el cuerpo -el intento- para mantenernos vivos... para amarnos.
Este soy yo...
DE MI han dicho...Nació envuelto en la terrible sospecha del ser humano —él siempre quiso ser árbol, águila o imagen tras el espejo— un 13 de diciembre de 1972, en la ciudad más avasallante y más hermosa del mundo: el Distrito Federal.Desde pequeño creció con lunas en los dedos e ideas itinerantes colgando del cabello, ávido lector de tiras cómicas y de cuentos infantiles permitió a los seres mágicos, divinos y leviatanes arrullarse en su cama tras el profundo canto de las sirenas.Creció, y mientras decidía que hacer de su vida, en cada luna llena besaba las almohadas imaginando al amor de su vida. Por fin, una mañana decidió estudiar derecho, algo que le salió muy chueco porque abandonó la carrera para estudiar periodismo, dando por concluidos tales estudios en el PART, a la vez que rocanroleaba como oso en brama tras una batería.Años más tarde decidió llevar la música en sus adentros y trabajo como negro en la redacción del departamento de cultura de Radio Educación (de vez en cuando se aventaba un palomazo como productor del programa “Su casa y otros viajes”), todo esto sucedía mientras estudiaba un diplomado de Literatura y Periodismo en Casa LAMM. Las letras —aún las de pago— siempre le han perseguido, al igual que la radio, por tanto, trabajo como productor de la serie “Impulso Humano” en Radio Universidad, no sin antes pasar por la Subdirección de Logística Informativa del GDF, algunas agencias de publicidad y la coordinación de medios de IH, A.C.Por fin, el 12 de noviembre del 2005, su destino le alcanzó y se puso a escribir como secretaria ejecutiva después de una huelga, y dio a luz a varios chamacos, y con el único fin de darle de comer a su prole, actualmente se dedica al desarrollo de documentación administrativa para diferentes empresas y alguno que otro trabajo de producción en audio (es cierto, en México vivir de las letras, que no sean de pago, está de la China Hada).Por cierto, el nombre de sus chamacos son:* El eterno idilio entre las mariposas y las hormigas, 2007.* La caída de la luna, 2006. Noveleta rosa.* Alma de juguete (anhelos para el niño que nunca debiéramos olvidar), 2006. Cuentos ¿infantiles?* Egomanias y la Llantitos (cuento – lógia), 2006. Recopilación de 20 años de cuentos darkys y existenciales.La mayor parte de las veces me llaman ¡Hijo de la chingada! ¡o de tu madre!, bueno, la mía... aunque últimamente me he aficionado a ese término tan común y que sólo me sabe si proviene de sus labios y que juntos creemos es para toda la vida (chance y para algunas más).En fin, que de mi la gente puede decir todo y a la vez nada, tengo muchos nombres, lo cierto es que tengo buen corazón aunque lo disfrace de mil y un calamidades...
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