La Culpa es de uno (un regalo)
por: Mario Benedetti
Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algun modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido
todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron
hasta aquí habia hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí habia apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor
con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahi nomas lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha
creo que tenes razon
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo
hace mucho muchisimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno
ahora estoy solo
francamente
solo
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado
antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno
con los ojos bien secos
por si acaso
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.
Bienvenido tu regalo, que si ha venido envuelto tal vez sea porque trae un moño rojo o uno azul, -de ese azul melancolía que tanto me gusta- y además es mío, pero tal vez no sólo mío que sin ti no existiría...
Te has puesto a pensar si hoy ambos existiríamos tal cual si no nos hubiesemos "no conocido", -y luego dicen que soy existencial-.
Caray que hubiera preferido ser de verdad tierno
y soñador
que hubiera preferido un guiño
o una mirada fija que no la suave y frágil desaparición en la que me he vuelto...
Ay, si tan sólo los colores fueran diferentes a los míos,
si la distancia fuera nada,
si antes fuera hoy
y mañana la paz de tus brazos...y no es que quiero que te enamores
para que si me olvidarías mañana
mejor sólo desearia ser tu lapso,
tu mirada,
la sal sobre tu cuerpo,
la ojiva de tu reacción,
y la acción que ya no hace...
pero somos tan tiernos y tan diferentes...
tan diferentes como extraños,
tan vastos
tan bastos,
tan nosotros enramados...
mil gracias que si es mío es porque se los ha robado a otro para dejarlo cual "bandida" en mi hojarasca y bajo mi armadura... ¡Se te extraña, amada extraña mía!