y se desmoronan nuestras ruinas en cada respiración,
mientras ellos mueven sus alas,
justo donde el tiempo se detiene,
y la rueda de la vida para cual tu viejo corazón:
significa que aún estamos vivos.
Y no te has ido
ni en el conjuro de la noche
ni en la herejía de cada mañana:
sólo es que has decidido partir llevando la luna en tus espaldas,
y los sueños entre tus manos cual maraña.
Y si el mundo colapsa,
es porque el ciclo de la vida vuelve a comenzar,
así como de sal se llena el mar,
y la arena en la orilla: regresa todo a su lugar.
Y no te has ido...
Sólo decidiste caminar
más allá del límite de mis manos,
dando pasos a la eternidad,
dando pasos a la eternidad,
a dónde ya no te puedo alcanzar...
Y no te has ido
sólo escribiste un inicio sobre este final.
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