y las mentiras brillan en las oscuridad
como la verdad es el tipo de eje sobre el cual gira nuestra vida.
Y los dos somos usados por la fantasía y nuestra imaginación,
para envolvernos con falacias piadosas y certezas de ocasión,
con el único fin de pasar los días en una suave transición:
y cada año se convierte en un momento,
si aquello que sentimos se convierte en el camino,
y nuestras palabras -de distintos idiomas- significan lo mismo.
Nada es tan frío como para cerrar el corazón,
y congelar la razón
y la libertad del alma,
que se encadena a la piel de los dos.
Y todo el tiempo sucumbe,
si miramos al futuro como aquello que debe suceder,
sin desear que sea de ambos,
sino sólo un tiempo entre los dos.
¿Podemos seguir sintiendo lo que vive adentro?
Sólo si significa lo mismo que estar vivo.
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