Cuento terminal
"Mientras limpiaba las plumas, veía compasivo como el mundo se caía en pedazos. Las fisuras sobre la tierra lo tragaban todo, parecía más una implosión que un grave cataclismo. El ruido era ensordecedor, la tierra ardía en movimientos desgarradores, las aguas cambiaban de curso, barriendo todo a su paso -fuese inerte o viviente-.
El cielo siempre azul se coloreaba de rojo intenso, siéndole indiferente si era por la temperatura elevada, por el magma expuesto a la atmósfera o por la sangre derramada: a la humanidad se la estaba llevando la mierda.
Y era natural, que las atrocidades de sus palabras se convirtieran en realidad; todo lo que sucedía lo había escrito ella, palabra por palabra, punto tras coma, palabra tras silencio, silencio siguiendo al silencio: todo era parte de su grito carente de esperanza.
Miles de veces le había visto de negras alas rondar por el infinito, lo seguía hasta que se escondía tras la cara vista de la luna, lo llamaba por diferentes nombres, probaba con cada uno de los encontraba escondidos entre los libros, unos fuertes y otros raros... siempre lo intentaba pero él nunca se acercaba a la distancia de un abrazo -aunque siempre le miraba extrañado y curioso-.
Ella lo veía desnudo, trasparente, podía ver sus sentimientos recorrerle por las venas... Lo había contemplado, le era familiar y le gustaba estar cerca a pesar de su cruel agonía -pero nunca lo suficientemente cerca como para tenderle una mano-.
Y hoy, esta noche, mientras él descansaba sobre la luna, había decidido acabar con todo... si no podía llamarle por su nombre, desharía todo, incluyendo el mundo que desde lejos ambos compartían. Tomó una pluma y comenzó a escribir... Un fuerte golpe estremeció la tierra y poco a poco se fue derritiendo el mundo, desapareció, se fue con el último lumen de luz: llegó el vacío y la nada existió..."
Cerró su libro, y corrió, -el ruido del timbre la había apartado de la lectura-. El corazón le palpitaba en la cabeza, y no sabía si era por la lectura o por el haber recorrido toda la casa para llegar enfrente de la jamba. Cogió el picaporte y abrió la puerta... los labios le temblaban. Ella lloraba mientras su mundo se colapsaba y resbalaba la pluma de entre sus dedos...
Este soy yo...
DE MI han dicho...Nació envuelto en la terrible sospecha del ser humano —él siempre quiso ser árbol, águila o imagen tras el espejo— un 13 de diciembre de 1972, en la ciudad más avasallante y más hermosa del mundo: el Distrito Federal.Desde pequeño creció con lunas en los dedos e ideas itinerantes colgando del cabello, ávido lector de tiras cómicas y de cuentos infantiles permitió a los seres mágicos, divinos y leviatanes arrullarse en su cama tras el profundo canto de las sirenas.Creció, y mientras decidía que hacer de su vida, en cada luna llena besaba las almohadas imaginando al amor de su vida. Por fin, una mañana decidió estudiar derecho, algo que le salió muy chueco porque abandonó la carrera para estudiar periodismo, dando por concluidos tales estudios en el PART, a la vez que rocanroleaba como oso en brama tras una batería.Años más tarde decidió llevar la música en sus adentros y trabajo como negro en la redacción del departamento de cultura de Radio Educación (de vez en cuando se aventaba un palomazo como productor del programa “Su casa y otros viajes”), todo esto sucedía mientras estudiaba un diplomado de Literatura y Periodismo en Casa LAMM. Las letras —aún las de pago— siempre le han perseguido, al igual que la radio, por tanto, trabajo como productor de la serie “Impulso Humano” en Radio Universidad, no sin antes pasar por la Subdirección de Logística Informativa del GDF, algunas agencias de publicidad y la coordinación de medios de IH, A.C.Por fin, el 12 de noviembre del 2005, su destino le alcanzó y se puso a escribir como secretaria ejecutiva después de una huelga, y dio a luz a varios chamacos, y con el único fin de darle de comer a su prole, actualmente se dedica al desarrollo de documentación administrativa para diferentes empresas y alguno que otro trabajo de producción en audio (es cierto, en México vivir de las letras, que no sean de pago, está de la China Hada).Por cierto, el nombre de sus chamacos son:* El eterno idilio entre las mariposas y las hormigas, 2007.* La caída de la luna, 2006. Noveleta rosa.* Alma de juguete (anhelos para el niño que nunca debiéramos olvidar), 2006. Cuentos ¿infantiles?* Egomanias y la Llantitos (cuento – lógia), 2006. Recopilación de 20 años de cuentos darkys y existenciales.La mayor parte de las veces me llaman ¡Hijo de la chingada! ¡o de tu madre!, bueno, la mía... aunque últimamente me he aficionado a ese término tan común y que sólo me sabe si proviene de sus labios y que juntos creemos es para toda la vida (chance y para algunas más).En fin, que de mi la gente puede decir todo y a la vez nada, tengo muchos nombres, lo cierto es que tengo buen corazón aunque lo disfrace de mil y un calamidades...
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