Loca realidad
He de callar a las bestias en mi cabeza,
y es que tu voz no la recuerdo,
no es que la haya olvidado,
es que hace mucho que no hablamos...
He de callar las furias sobre mi piel
y apagaré cigarros hasta ver las células muertas,
para vaciar el deseo del cual soy objeto...
que no tuyo ni mío:
Sólo objeto del deseo,
de desear tus labios llenos de verdad,
tus miradas interrogantes,
tus caricias llenas de soledad,
tu entrepierna vacía,
tus orgasmos de nada...
¿Acaso no somos los mendigos que recogen la sabiduría de la lujuria a lengüetazos sobre la piel?
¿Acaso no somos la traición misma del amor sofocado por la tinieblas del sexo permeando al sexo?
Somos tan humanos y tan largos,
tan desiertos,
con dunas en el pecho,
con palabras cursis muertas en los llanos...
He de callar las bestias que me torturan cuando te amo de noche,
de madrugada,
que me piden que te haga mía
y te regale del universo una tajada...
He de callar las furias
de jamás verte,
de no sentirte,
de no tenerte,
de no vivirte más allá de la bocanada de minutos que pare el día para dar entrada a la noche...
He de callar porque me comen mis palabras,
y repto desesperado con la lengua de fuera:
sexo- tu cuerpo- sexo,
¿y el amor?
Vendrá un día o tal vez mañana,
envuelto entre el rocío de tu vulva,
en el calor de tu pecho de dama,
de mujer dueña de mis furias y de mis bestias...
Por eso prefiero callar y soñarte por encima de la nada y mi soledad... Mujer realidad.
Este soy yo...
DE MI han dicho...Nació envuelto en la terrible sospecha del ser humano —él siempre quiso ser árbol, águila o imagen tras el espejo— un 13 de diciembre de 1972, en la ciudad más avasallante y más hermosa del mundo: el Distrito Federal.Desde pequeño creció con lunas en los dedos e ideas itinerantes colgando del cabello, ávido lector de tiras cómicas y de cuentos infantiles permitió a los seres mágicos, divinos y leviatanes arrullarse en su cama tras el profundo canto de las sirenas.Creció, y mientras decidía que hacer de su vida, en cada luna llena besaba las almohadas imaginando al amor de su vida. Por fin, una mañana decidió estudiar derecho, algo que le salió muy chueco porque abandonó la carrera para estudiar periodismo, dando por concluidos tales estudios en el PART, a la vez que rocanroleaba como oso en brama tras una batería.Años más tarde decidió llevar la música en sus adentros y trabajo como negro en la redacción del departamento de cultura de Radio Educación (de vez en cuando se aventaba un palomazo como productor del programa “Su casa y otros viajes”), todo esto sucedía mientras estudiaba un diplomado de Literatura y Periodismo en Casa LAMM. Las letras —aún las de pago— siempre le han perseguido, al igual que la radio, por tanto, trabajo como productor de la serie “Impulso Humano” en Radio Universidad, no sin antes pasar por la Subdirección de Logística Informativa del GDF, algunas agencias de publicidad y la coordinación de medios de IH, A.C.Por fin, el 12 de noviembre del 2005, su destino le alcanzó y se puso a escribir como secretaria ejecutiva después de una huelga, y dio a luz a varios chamacos, y con el único fin de darle de comer a su prole, actualmente se dedica al desarrollo de documentación administrativa para diferentes empresas y alguno que otro trabajo de producción en audio (es cierto, en México vivir de las letras, que no sean de pago, está de la China Hada).Por cierto, el nombre de sus chamacos son:* El eterno idilio entre las mariposas y las hormigas, 2007.* La caída de la luna, 2006. Noveleta rosa.* Alma de juguete (anhelos para el niño que nunca debiéramos olvidar), 2006. Cuentos ¿infantiles?* Egomanias y la Llantitos (cuento – lógia), 2006. Recopilación de 20 años de cuentos darkys y existenciales.La mayor parte de las veces me llaman ¡Hijo de la chingada! ¡o de tu madre!, bueno, la mía... aunque últimamente me he aficionado a ese término tan común y que sólo me sabe si proviene de sus labios y que juntos creemos es para toda la vida (chance y para algunas más).En fin, que de mi la gente puede decir todo y a la vez nada, tengo muchos nombres, lo cierto es que tengo buen corazón aunque lo disfrace de mil y un calamidades...
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